Definición.

En la mitología griega, Eros (en griego antiguo Ἔρως) era el dios primordial responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo, venerado también como un dios de la fertilidad. En algunos mitos era hijo de Afrodita y Ares, pero según El banquete de Platón fue concebido por Poros (la abundancia) y Penia (la pobreza) en el cumpleaños de Afrodita. Esto explicaba los diferentes aspectos del amor.

miércoles, 10 de febrero de 2016

MÚSICA

Vamos a empezar haciendo referencia a una serie de composiciones musicales que, a lo largo de la historia, han aludido a Eros.

Cupid, draw back your bow
And let your arrow go
Straight to my lover's heart for me, for me Cupid, please hear my cry
And let your arrow fly
Straight to my lover's heart for me

(SAM COOKE: “Cupid”, single 1961) 

En esta canción, el famoso Sam Cooke se refiere directamente al dios Eros llamándolo con otros de sus nombres, Cupido.
Su traducción es:


"Cupido, tensa tu arco y deja escapar tu flecha directa al corazón de mi amada por mí, por mí. Cupido, por favor, escucha mi llanto, y deja volar tu flecha directa al corazón de mi amada por mí”. 






Otra...

Stupid Cupid, you're a real mean guy
I'd like to clip your wings so you can't fly
I'm in love and it's a cryin' shame
And I know that you're the one to blame
Hey, hey, set me free
Stupid Cupid, stop pickin' on me
Can't do my homework and I can't think straight I meet him ev'ry mornin' 'bout a half past eight I'm actin'like a lovesick fool
You even got me carry in his books to school

(Connie Francis: "Stupid Cupid", Connie's greatest hits, 1959)

Y su traducción:

Estúpido Cupido, eres un tipo realmente malo, me gustaría cortarte las alas para que no pudieras volar. Estoy enamorado y es una pena, y sé que tú eres el que tiene la culpa. Hey hey, déjame en paz, estúpido Cupido, deja de picarme. No puedo hacer mis deberes, no puedo pensar bien. Me lo encuentro cada mañana sobre las ocho y media, estoy actuando como una loca enamorada, me tienes incluso llevándole los libros a la escuela”. 





Y acabamos el apartado con un artista nacional, Sabina:


Dijo hola y adiós, y, el portazo, sonó como un signo de interrogación. Sospecho que, así, se vengaba,
a través del olvido, Cupido de mí.

(JOAQUÍN SABINA, “19 días y 500 noches”, 19 días y 500 noches, 1999). 






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